Se llama oratoria al arte de
hablar con elocuencia. En segundo lugar,
es también un género literario formado por el discurso, la arenga, la
disertación, el sermón, el panegírico, entre otras varias.
Consejos para ser un buen orador:
Antes de
plantear una intervención es preciso conocer el lugar donde se va a dar la
conferencia, para no dejarse llevar por las influencias del mismo. Tanto
comportamiento, como presentación, ademanes, trato, lenguaje, postura, deben
variar en función del recinto donde nos encontremos.
La puntualidad
y la asistencia de prisa son los aspectos más importantes tanto como el hecho
de apagar el móvil ante los disectores, llevar clasificados y ordenados todos
los documentos necesarios, no mirar nunca al reloj, cuidar el aliento y el
perfume, mirar siempre a los ojos de una persona, y mantener las formas y el
tono de la voz.


Comprobar la
superficie de trabajo (atril, mesa). Evite excesivos desplazamientos y realice
un guion si tiene que utilizar varios soportes a la vez.
Formas de oratorias:
Según la
cantidad de oradores, se clasifica en:
- Oratoria individual:
Porque hace
uso de la palabra, sin la participación de otra u otras personas, se dice que
está utilizando la oratoria individual. Ésta es quizá una de las formas
elocutivas de más arraigo en el ámbito social pues es de uso obligatorio en
todas las medidas y esferas donde el hombre desenvuelve su vida física,
afectiva y laboral.
- Oratoria grupal:
Se caracteriza
por la presencia de dos o más personas en el estrado hablando.
Géneros de oratorias:
Originalmente,
la oratoria se dividía en varias partes. Anaxímenes de Lámpsaco propuso una
clasificación tripartita que asumió después Aristóteles.
·
Oratoria
forense o judicial:
La oratoria
judicial o forense se ocupa de acciones pasadas. Al género judicial lo califica
un juez o tribunal que establecerá conclusiones aceptando lo que el orador
presenta como justo y rechazando lo que presenta como injusto.
·
Oratoria
política o deliberativa:
La oratoria
política se ocupa de acciones futuras. Al género deliberativo o político lo
califica el juicio de una asamblea política que acepta lo que el orador propone
como útil o provechoso y rechaza lo que propone como dañino o perjudicial.
·
Oratoria demostrativa:
El género
demostrativo se ocupa de hechos pasados, pero, al contrario que el género
judicial, se dirige a un público que no tiene capacidad para sancionar los
hechos mismos, o influir sobre el asunto tratado; sino tan solo de asentir o
disentir sobre la manera de presentarlos que tiene el orador, alabándolos o
vituperarlos. Está centrado en lo bello y en su contrario, lo feo. Sus polos
son, pues, el encomio y el denuesto o vituperio.
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