·
La fuente
de información:
Aunque
reconoce distintas fuentes de información, e incluso distintos emisores (libros
de texto, mapas, películas, etc.). La fuente integradora y cercana del proceso
de comunicación es el profesor, facilitando el aprendizaje. El profesor no solo
realiza y regula los procesos de comunicación, sino que también participa en
ellos.
El profesor
participa en dos procesos de comunicación:
1- Un proceso
de comunicación entre el profesor y las instancias elaboradas y/o difusoras del
currículo. En ese casi el profesor es el destinatario en un proceso intermedio
para el siguiente paso.
2- Un proceso
de comunicación entre el profesor y los alumnos donde aquel es la fuente de
información. En esta fuente se integran y reelaboran los mensajes curriculares
en función de la interpretación que hizo en el punto 1 y de la adaptación que
hace aquí según las sucesivas realimentaciones y los ajustes situacionales.
Las fuentes de
información (el currículo y el profesor) tienen un modo de interpretar el
propio sistema de comunicación en el que se encuentran inmersos, así como
cuales son los aprendizajes que quieren provocar y las estrategias de
enseñanza. El currículo solo lo llega a ser permanente cuando pasa a traducirse
en actividad comunicativa: “un currículo hecho solo de intenciones de los
profesores sería algo insustancial del que nadie podría aprender mucho. Para el
que llegue a ser significativo, un currículo tiene que ser realizado por los
alumnos así como también por los profesores, todos los cuales tiene sus vidas
privadas. Por realizar entiendo entrar juntos en una comunicación significativa
(hablar, escribir, leer libros, colaborar, enfadarse con otros, aprender a que
decir y hacer, y como interpretar lo que otros dicen y hacen.
No siempre son
mensajes verbales los que emite el profesor como tampoco es siempre fuente
directa de información. Todos los participantes son creadores de mensajes y,
por lo tanto, de algún modo, fuentes de información, el carácter intencional de
la comunicación didáctica asegura una fuente de información propulsora del
proceso de enseñanza-aprendizaje.
·
Los
mensajes didácticos
La forma en la
que se materializa en el aula la intencionalidad didáctica es mediante el flujo
de mensajes que el profesor pone en juego en el intercambio escolar, mensajes
que aparecen estructurados y organizados en función de hacer posible el
aprendizaje.
Los mensajes
no consisten solo en la transmisión de contenidos, como tampoco se valen solo
de los canales de comunicación verbal. En la orquestación de la vida del aula,
el profesor pone en juego, además del conocimiento académico, mensajes a cerca
de las actividades que tienen que realizar los alumnos con los contenidos
académicos, así como mensajes sobre la forma de participación adecuadas y los
momentos oportunos, tanto para realizar los intercambios académicos como para
cualquier otro tipo de intercambio que se produzca en clase. El conocimiento
escolar mediante los mensajes formales incluye información sobre lo que se
aprende y sobre las relaciones sociales que se establecen con respecto al papel
del profesor y alumnos en la formulación y elaboración de conocimiento. Por eso
es imposible separar lo que se enseña de cómo se enseña, porque cualquier
concepción de lo que constituye el conocimiento lleva emparejada una manera de
entender la comunicación del mismo.
·
El
destinatario
En la línea de
influencia que define la comunicación didáctica, es el alumno el destinatario
de los mensajes intencionales.”Los alumnos están interpretando lo que el
profesor dice mediante lo que ellos ya saben: no tienen otro medio de
interpretación.
Los alumnos
tienen también su propia forma de entender el sistema de comunicación en el que
participan. Interpretan el sentido del contexto y lo que se pide de ellos. Esto
afecta, como es natural, a la forma en que encaran las tareas de aprendizaje y,
en consecuencia los resultados de aprendizajes a los que llegan.
En el proceso
de interacción entre profesor y alumnos, estos simultáneamente negocian,
acuerdan pautas de intercambio y el significado de los mensajes. Los
aprendizajes que realizan afectan tanto a los significados académicos como a
los estilos de comunicación que se manifiestan en el sistema de actividades y
en las formas de participación. Cada alumno de la clase se irá con una versión
de la lección que, en algunos aspectos, es diferente de todas las demás
versiones de los otros alumnos, porque lo que cada alumno traerá a la lección
será diferente.
El aprendizaje
en clase se puede ver mejor como una interacción entre los significados del
profesor y los alumnos, de modo que lo que estos se llevan es en parte
compartido y en parte único para cada uno de ellos.
·
El
contexto
A la hora de
hablar de contexto, es oportuno señalar al menos dos niveles contextuales: Uno
se refiere al contexto interno al aula, el cual es creado por la propia
interacción entre profesores y alumnos. El otro se refiere al contexto
institucional, organizativo, del sistema escolar. Según Green y Smith, las
clases “constituyen ambientes comunicativos diferenciados”, es decir tienen
reglas propias acerca de cómo y cuándo participar.
Tanto
profesores como alumnos acuden al aula con marcos de referencia sobre cómo y
cuándo participar, pero al participar en un contexto común tienen que
establecerse reglas comunes de participación. Normalmente es el profesor el que
establece estas reglas mediante la presentación de las tareas que hay que
realizar.
Las aulas se
pueden definir como ambientes en los que los profesores y alumnos desarrollan
significados compartidos para las actividades, por lo que los procesos de
enseñanza-aprendizaje manifiestan una naturaleza evolutiva.
Pero a su vez
en este contexto creado como producto de los intercambios que se suceden en el
aula, viene afectando por la escuela y por el sistema educativo, al imponerle
una forma de organizar el espacio, el tiempo y las relaciones personales, y
gran parte de los mensajes específicos que se transmitirán en el aula. La
estructura y organización del sistema educativo y las disposiciones
administrativas condicionan la forma y el contenido del intercambio, imponiendo
los límites del currículo y afectando al orden comunicativo, tanto desde las
expectativas de los participantes sobre lo que hay que pedir y esperar de la
institución escolar, como desde el orden administrativo y las demás condiciones
materiales.
Al condicionar
la estructura y el funcionamiento del sistema de comunicación, “el modelo de
organización institucional define el margen de posibilidades de la acción
didáctica y determina cuantitativa y cualitativamente la riqueza y orientación
de los intercambio” (Pérez Gómez, 1985, p.87). Por eso las relaciones que
inicia el profesor vienen determinadas por la función total de la escuela y no
solo por el currículo oficial o por su nivel de conciencia acerca de su función
docente.
Y con eso,
tenemos ya, por fin suficientemente caracterizado el sistema de la comunicación
didáctica, por lo que a su estructura y relaciones entre sus elementos se
refiere.
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